Los habitantes del recinto Los Quemados de Daule cumplieron el pedido de su coterráneo Wilson Gilberto Vera Cantos: ser velado en el night club La Pollera. Ahí —aseguran sus conocidos— hizo amistades durante aquellos fines de semana, cuando se reunía con sus ‘panas’ después de haber laborado toda la semana en el campo.

Los lugareños llevaron sus restos al sitio, donde estuvieron durante una hora, para que las chicas se despidan de Wilson, quien —cuentan— era respetado y querido en el lugar.

Totalmente consternada, Jessenia de 28 años (nombre protegido), trabajadora del sitio, preguntaba entre lágrimas a los amigos de Vera cómo había fallecido, ya que hasta la semana pasada había estado en el local. Por un momento, las chicas paralizaron sus actividades en La Pollera para despedir a quien consideraban su amigo.

Al son de canciones rocoleras y con bebida en mano, sus amigos trataban de calmar el dolor de la inesperada partida de Vera, de 47 años.

La noche del sábado 30 de marzo, el hombre se ahogó en un canal de riego de la vía Jigual-Yurima, luego de resbalar ser arrastrado por la corriente.

Tras el homenaje póstumo, el féretro fue cargado por los habitantes y arroceros de diferentes recintos de Daule, acompañado de los guitarristas Raúl Cantos y Cirilo Romero.

Una gran caravana de vehículos y motocicletas acompañó el recorrido, que finalizó en el Cementerio General de Salitre, donde una multitud fue a despedir al fallecido.

Blanca Carpio, moradora del Recinto La Clemencia, le cantó las tres canciones que le gustaban a su amigo Wilson, quien —dice— era alegre y responsable en su trabajo en la agricultura. Por su parte, José Romero Salazar acotó que Wilson era muy alegre y siempre ayudaba a la comunidad.

Fuente: Diario Extra, 1er Impacto